sábado, 6 de agosto de 2011

La selección forja el oro en Madrid



Una de la tarde. Los jugadores de la selección llenan de aplausos el Triángulo de Oro y hacen un círculo en el centro de la pista .Tras unas palabras de grupo, queda cerrada la sesión. Carlos Suárez enfila el túnel de vestuarios a duras penas. «Os mete mucha caña, ¿Eh?». «¡Y la que no veis!», sonríe exhausto el alero.

No es gratuito ser candidato al oro en el Eurobasket. «Tendremos opciones si trabajamos bien». La columna de los júniors de oro ya es veterana y ata los pies del resto al suelo. El mal comienzo en el Eurobasket de Polonia, la ausencia de metal en Turquía. Todo se mete en la mochila.

Este año el rótulo de favoritos es más grande que nunca, pero no hay presión ni exceso de confianza. «Estamos acostumbrados a vivir esa situación », comenta Marc Gasol, que desde el oro de Japón lo ha vivido todo. No conoce otra cosa.

Los hay con más batallas a los hombros. Y más magulladuras. Una de las primeras cosas que queda a la vista cuando se entra en la cancha es una camilla en la que Joaquín Juan mima a Juan Carlos Navarro. La espalda le ha incordiado durante la temporada, aunque rápidamente tranquiliza. «Es sobre todo por prevención. No tengo ningún problema. Llego bien».

Detrás de él, ya dentro del parqué, Ricky Rubio ensaya el tiro exterior. El año pasado una lesión de Calderón le echó todo el peso de la selección encima. La presencia del extremeño al lado le tranquiliza. También no tener que pensar en su futuro. Está más liberado. Hoy es uno de los mayores cómplices de Ibaka, con quien comparte noches de videojuegos.

El pívot de origen congoleño suele volver a la pista acompañado de Felipe Reyes, compañero de armas. Los hombres altos fortalecen los tobillos en una esquina. Recogen el balón medicinal mientras tratan de guardar el equilibrio sobre una pierna. Arriba, la cristalera que da al gimnasio enseña a Calderón ejercitándose.

La batería de jugadores interiores son uno de los patrimonios característicos de esta selección. España intimida, pero también tendrá que cambiar su estilo. «Creo que los primeros balones deben pasar por ahí abajo», apunta Navarro. Los Gasol trabajan resistencia y se turnan arrastrando a uno de los preparadores. Una metáfora de la selección.

En las sesiones tácticas Scariolo se emplea en combinarlos. Aunque sean hermanos, es necesario. Orenga le dedica su tiempo a Xavi Rey, con quien trabaja movimientos al poste bajo, y Claver, que sale desde el poste alto para lanzar. Será su cometido cuando juegue de ala-pívot. «Estoy cómodo en las dos posiciones. Haré lo que me pida el entrenador».

Rudy Fernández y Rafa Martínez afinan su muñeca. Llull, Sada o San Emeterio, menos consumados en el tiro, juegan con una silla. La usan de compañero y mejoran sus salidas de los bloqueos. Su misión en ataque es hacer trabajar a sus pares, sembrar la confusión en la defensa rival.

El madridista es el hombre llamado a dar energía. Recita su lista de tareas de memoria. «Tengo que estar muy duro en defensa,y dar velocidad y chispa al contraataque». El del Caja Laboral es MVP en la Liga Endesa, pero oyéndole hablar en la selección parece que fuera un meritorio. «Debo ayudar al equipo tanto dentro como fuera del campo para ganar».

Scariolo aún debe hacer tres descartes antes del Eurobasket, pero en el ambiente no se respira tensión. «Será un momento muy difícil para el grupo», confiesa Marc Gasol. Pero la mayor preocupación de estos días es seguir trabajando. Trabajar para conseguir el doble premio: revalidar el oro y ganar un billete para los Juegos Olímpicos de Londres. Porque Navarro no lo esconde: «el objetivo de esta selección es ganar».


[Publicado originalmente en ABC el 05/08/2011]

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